Ya se puede rezar on line.
Cuando leí sobre la opción de mandar una oración a la imagen de la Virgen de Guadalupe desde la comodidad del ordenador pensé que era una broma de mal gusto o que la página mencionada no tenía ninguna relación con el santuario mariano pero el resultado fue todo lo contrario.
Desde dos mil ocho al ingresar al portal oficial de la Basílica de Guadalupe el navegante encuentra como primera opción un formulario de contacto para redactar y posteriormente mandar a la imagen una o varias oraciones a libre elección y redacción.
La introducción a esta peculiar manera de interactuar con la emperatriz de América es: en este espacio [web] puede hacer llegar sus peticiones a la Virgen
de Guadalupe en su Santuario. Después de recibidas, serán
colocadas a los pies de Nuestra Señora en el templo que
ella misma pidió se le construyera.
Pese a las característica milagrosas que se le atribuyen a la imagen sin duda la práctica va contra toda teología católica pues, sin profundizar mucho, si las peticiones on line fuesen parte de las prácticas -aceptadas- católicas podríamos encontrar fácilmente un formulario similar a la tumba del Apóstol Pedro en el sitio oficial web del Vaticano, por ejemplo.
Es triste ver como dentro del mismo clero se fomente una religiosidad popular que incluso va más allá de la correcta custodia de los dogmas fundamentales. La imagen, por muy milagrosamente que haya sido pintada, no deja de ser eso: una imagen; mandar oraciones o cualquier cosa para que posteriormente sean colocadas al pie de un marco suena a todo menos la veneración que se dice que se tiene ante este cuadro ya que si imaginamos el acto podríamos fácilmente confundir la piadosa colocación de oraciones impresas como un culto/adoración a un ídolo de piedra.
Es muchas veces por situaciones como estas -con tinte idolátrico- que se forma una idea errónea de la teología católica que el catolicismo dice profesar y que se supone que los jerarcas son los primeros en difundir.
Si no me creen les dejo el link al sitio -oficial- de las peticiones y por ende autorizado por la Arquidiócesis Primada de México:
Antes de enviar on line la oración/petición no se olvide, amable lector, de santiguarse, desde luego, virtualmente:
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