¿Un asesino pueder ser santo?
Es increíble lo que muchas veces, considero, hacen algunos de los miembros de las diferentes religiones con el afan de conseguir más adeptos. Ése es el triste caso de los coreanos que aunque dudo mucho se logre finiquitar el intento éste deja mucho que desear.
El jueves 29 de septiembre de 2011 se llevó a cabo una junta de obispos coreanos en la ciudad de Seúl donde se discutió -y aceptó- que se postule una causa de beatificación a un católico patriota de dicha ciudad del cual entre sus actos destacan haber asesinado a una persona y no arrepentirse del acto.
Maté [...] porque era un obtáculo para la paz [...] Era mi deber organizar su asesinato porque era teniente general del ejército [...] dijo el candidato a santo en 1910.
El católico asesino se llamaba Thomas An Jung-geun quien es recordado en tierras asiáticas como un activista en pro de la independencia de Corea; nació el dos de septiembre de 1879 siendo bautizado como católico a los 16 años de edad; además fue padre de un sacerdote.
An murió condenado en mil novecientos diez por el gobierno de su país luego de haber asesinado el 26 de octubre [de 1909] al entonces ministro japones de Corea pero pese a ello la sociedad contemporánea lo recuerda con sumo aprecio ya que en 1962 fue condecorado póstumamente con la medalla al mérito por la fundación de su país. Éste hombre es valorado además con gran aprecio en China y su recuerdo ha inspirado novelas, libros e incluso filmes locales.
Según los obispos del Comité para la Beatificación y Canonización de Seúl él [Thomas An] actuó justamente para defender a su nación. La iglesia [según ellos] no considera como crimen el homicidio para defender una nación de una agresión injusta.
Además se menciona en el borrador del documento preparatorio para la causa que las acciones del asesino pueden ser justificadas como un acto que testimonia la justicia de dios comparando el hecho con lo realizado por santa Juana de Arco y por el personaje bíblico Judith; ésta última degolló, según el relato, al general asirio Holofernes luego de invadir Israel.
Cabe resaltar que ésto no pasa de ámbitos locales ya que el censo fue realizado únicamente entre los purpurados coreanos quienes en su mayoría se mostraron a favor de que se iniciase un proceso para la apertura de una causa de beatificación [primer paso para ser santo] aunque la decisión definitiva todavía no está tomada y mucho menos ha sido enviado ni como idea a Roma.
Como comenté al principio del artículo: dudo mucho ver a este hombre en los altares católicos [al menos de manera oficial] ya que, según la mayoría de nosotros sabemos, el pilar del cristianismo es el amor [éso nos dice la teoría] así que aceptar como modelo de vida de católicos a un asesino creo sería todo menos un acierto para la creciente impopularidad del credo romano.
El católico asesino se llamaba Thomas An Jung-geun quien es recordado en tierras asiáticas como un activista en pro de la independencia de Corea; nació el dos de septiembre de 1879 siendo bautizado como católico a los 16 años de edad; además fue padre de un sacerdote.
An murió condenado en mil novecientos diez por el gobierno de su país luego de haber asesinado el 26 de octubre [de 1909] al entonces ministro japones de Corea pero pese a ello la sociedad contemporánea lo recuerda con sumo aprecio ya que en 1962 fue condecorado póstumamente con la medalla al mérito por la fundación de su país. Éste hombre es valorado además con gran aprecio en China y su recuerdo ha inspirado novelas, libros e incluso filmes locales.
Según los obispos del Comité para la Beatificación y Canonización de Seúl él [Thomas An] actuó justamente para defender a su nación. La iglesia [según ellos] no considera como crimen el homicidio para defender una nación de una agresión injusta.
Además se menciona en el borrador del documento preparatorio para la causa que las acciones del asesino pueden ser justificadas como un acto que testimonia la justicia de dios comparando el hecho con lo realizado por santa Juana de Arco y por el personaje bíblico Judith; ésta última degolló, según el relato, al general asirio Holofernes luego de invadir Israel.
Cabe resaltar que ésto no pasa de ámbitos locales ya que el censo fue realizado únicamente entre los purpurados coreanos quienes en su mayoría se mostraron a favor de que se iniciase un proceso para la apertura de una causa de beatificación [primer paso para ser santo] aunque la decisión definitiva todavía no está tomada y mucho menos ha sido enviado ni como idea a Roma.
Como comenté al principio del artículo: dudo mucho ver a este hombre en los altares católicos [al menos de manera oficial] ya que, según la mayoría de nosotros sabemos, el pilar del cristianismo es el amor [éso nos dice la teoría] así que aceptar como modelo de vida de católicos a un asesino creo sería todo menos un acierto para la creciente impopularidad del credo romano.
Les dejo una foto -de Wikipedia- del protagonista de la nota:
Imagen 2 | Wikipedia
Fuente noticia | Religión en Libertad
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