La era post smartphones.
El mundo en la palma de tu mano. Ésta frase es parte de la campaña publicitaria de un modelo de smartphone de la marca LG; curiosa, atractiva y sin duda: muy cierta.
El Internet es, en resumen, algo que nos permite mantener comunicación con otros ordenadores [o servidores] que alojan un sin fin de información la cual se actualiza segundo a segundo a una velocidad sorprendente.
Pero aunque el Internet en cierta forma es uno creo que en éste nuevo siglo se ha ramificado en dos corrientes: móvil y de escritorio. Hasta hace algunos meses no comprendía del todo la dimensión y alcance de la mobile web pero al momento que adquirí un teléfono inteligente pude vislumbrar su poder. Explico.
En el pasado [no tan lejano] la única forma de enterarnos de lo que sucedía en el mundo virtual era estando frente un monitor con acceso a la Web, la cual, entre otras características era: lenta, bloqueaba tu línea telefónica y sus costos eran medianamente aceptables; hoy las cosas han cambiado y mucho.
Ahora podemos revisar, pagando una mensualidad razonable, nuestro correo electrónico, noticias, sitios web y redes sociales todo esto sin necesidad de prender una computadora y técnicamente desde cualquier latitud del mundo, a cualquier hora y solo sosteniendo un dispositivo que cabe perfectamente en la palma de nuestra mano.
Ahora podemos revisar, pagando una mensualidad razonable, nuestro correo electrónico, noticias, sitios web y redes sociales todo esto sin necesidad de prender una computadora y técnicamente desde cualquier latitud del mundo, a cualquier hora y solo sosteniendo un dispositivo que cabe perfectamente en la palma de nuestra mano.
Esto puede sonar a que es un paso importante en la evolución tecnológica vía las manos del hombre, y lo es, pero no todo, como siempre, es perfecto o lo mejor. Aunque logramos tener interacción con cualquier persona del orbe sin siquiera movernos de lugar muchas veces las relaciones que llevamos con los seres humanos a nuestro alrededor resultan más que aisladas. Y eso es lo preocupante.
Unos judíos convocaron [el evento se llevó el dos de octubre de dos mil once] a Desconectarse y Reconectarse [Connected or Disconnected] en el plano tecnológico impulsados por el hecho antes mencionado: el alejamiento frente a otros por culpa de sus smartphones. Les dejo el vídeo para continuar con este intento de reflexión:
Y aunque suene a mofa algunas escenas mostradas en el vídeo coinciden perfectamente con la realidad, al menos, con la mía; he estado ya en ambas partes: el que aísla y el aislado; como bien dicen uno no experimenta en cabeza ajena y al momento en que me vi del otro lado [el del ignorado] comprendí lo mal que me estaba comportando.
Es terrible imaginar que puedo estar en un café con alguien frente a mi y al mismo tiempo darle un toque a un contacto en España... ¡y prestarle más atención al aparatito que me permite interactuar con el amigo lejano! mientras la persona con la que comparto parte de mi espacio real o vital no abarca mínimamente mi círculo de atención [aunque muchas veces los aisladores dicen que sí].
Mi smartphone últimamente ha sido relegado a otras funciones: suplir. ¿Y qué suple? Por ejemplo, cuando estoy solo en algún rato de ocio o de relax, es entonces cuando accedo a alguna red social o a mi lector de RSS [programa que recibe actualizaciones de sitios web y los agrupa en una bandeja] para saber lo que sucede en el mundo en el segundo preciso en que me conecto.
Cuando accedo a ellas ésto suple mi soledad. Bien sea compartiendo alguna idea, foto, link o leyendo los shareds de mis contactos, interactúo con ellos, en ocasiones me responden en tiempo real y de alguna manera, mágicamente, esa soledad se aísla ficticiamente.
Pienso que eso cambiará un poco ya que lentamente muchos sitios web [este blog se incluye] se han optimizado [adaptado] para ser visualizados sin mayor conflicto [con una tipografía y tamaño legible] desde las terminales móviles; algo que es de agradecer para quien los usamos constantemente.
La invitación, por tanto, no es desechar la tecnología que poco a poco nos invade y penetra amistósamente en nuestro entorno sino más bien de usarla en el momento preciso y en sus porciones sanamente racionadas. Si estás con alguien [o con varios] lo mejor es vivir y aprovechar el momento al máximo, ya en soledad, entonces sí, actualizar tu estado.
No por nada una encuesta realizada en Reino Unido por New Ofcom arroja que el 51% de los adultos y el 65% de los jóvenes con un dispositivo inteligente admite haber utilizado su teléfono cuando estaba en alguna reunión con amigos o familiares.
Una cifra que personalmente me da miedo pues de seguir así muy pronto las citas o las charlas entre amistades serán algo inexistente.
Vídeo | Disconnect Revolution
Encuesta | Dotpod adictos al internet, adictos smartphones, blackberry, iphone, android, apple, judíos
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