Una religión llamada Apple.
Virginio Urbina, quien está a meses de graduarse como antropólogo, me comentó vía chat hace días que considera que el comprar un producto Apple genera en el interesado dos principales efectos: adquiere un gadget bonito y caro y a su vez le brinda un cierto status que lo separa del resto de consumidores informáticos, lo hace, por tanto, especial.
Hay muchos Apple boys [fanáticos de la marca] que no pueden vivir –tranquilamente– sin tener entre sus manos algún o algunos productos de la manzana; en cada nuevo lanzamiento cientos de personas se aglutinan días antes en las Apple Store para ser de los primeros compradores.
Hay muchos Apple boys [fanáticos de la marca] que no pueden vivir –tranquilamente– sin tener entre sus manos algún o algunos productos de la manzana; en cada nuevo lanzamiento cientos de personas se aglutinan días antes en las Apple Store para ser de los primeros compradores.
Un estudio, apoyado en un documental de la BBC de Londres [secretos de las supermarcas], asegura que las reacciones en el cerebro de los consumidores obsesivos de Apple son idénticas a las que experimentan quienes profesan una religión. Increíble, sí, pero hay datos neurocientíficos que lo avalan.
Para realizar el estudio tuvieron que recurrir a quien asegura pensar las veinticuatro horas en los productos de la manzana mordida. Dicho ser humano es Alex Brooks, editor del website de noticias World of Apple.
El experimento fue sencillo: colocaron a Brooks en un scanner de RM [resonancia magnética] mientras le mostraban imágenes de productos tecnológicos; algunos de ellos eran propiedad de la manzana mordida y otros de marcas rivales. En los resultados se apreciaron notables diferencias entre las reacciones neurológicas al visualizar un producto Apple y uno contrincante.
Previo a que el editor del portal de noticias pasara por la RM hicieron lo mismo con personas creyentes pero en lugar de mostrarles gadgets les presentaron una galería de imágenes religiosas. Con ambos resultados efectuaron una comparación: los productos Apple en el cerebro de Alex Brooks activaban las mismas zonas del cerebro que las que despiertan las imágenes religiosas de los creyentes.
Aunado a esto si comparamos una tienda Apple con algún templo no encontramos diferencias fácilmente. Ambos tienen en sus paredes imágenes [los templos religiosas, las Store de productos], sus pisos son de piedra, tienen arcos y altares o mostradores donde colocan artículos para su exhibición.
La majestuosidad también es algo a resaltar: ambas construcciones suelen verse llenas de lujos que, sin duda, son seductoras a la vista; las tiendas de la manzana lo hacen para presentarse como interesantes, los templos para rendir honor a su deidad; diferentes fines pero con un mismo efecto: atraer a más fieles / compradores.
Imagen | Thomas Hawk
Video | http://youtu.be/p2pyQCXp6zM
Visto | Ateorizar, el blog
[apple, apple store, steve jobs, fanatismo]
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