2016 no fue un buen año para ser cristiano.
Según un informe elaborado por el Center for Study ok Global Christianity durante el dos mil dieciséis fue asesinado un cristiano cada seis minutos.
Con este dato, se estima que aproximadamente durante el año fueron asesinados noventa mil cristianos por el simple hecho de profesar su fe.
Dentro del mismo estudio se considera que aproximadamente quinientos millones de cristianos en el mundo no pueden practicar su fe libremente.
El setenta por ciento de las víctimas fueron asesinados dentro de los conflictos tribales en África negándose a tomar las armas por cuestiones de conciencia.
Del treinta por ciento restante, o veintisiete mil víctimas por decirlo más crudamente, que perdieron su vida fue a causa de ataques terroristas ó por persecuciones gubernamentales -ejem. Corea del Norte-.
Se resalta en el estudio que muchos de estos cristianos, mártires, optaron por permanecer en dichos lugares para testimoniar su fe.
Se resalta en el estudio que muchos de estos cristianos, mártires, optaron por permanecer en dichos lugares para testimoniar su fe.
Con esto se concluye que al menos durante dos mil dieciséis ser cristiano es igual a pertenecer al grupo religioso más perseguido del mundo; como nota a pie de página, el AIN [Ayuda de la Iglesia Necesitada] señaló en su informe anual del dos mil dieciséis que uno de cada seis cristianos vive en algún país con persecución religiosa.
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