Diez consejos para evitar masturbarte.

Para la ICAR [Iglesia Católica Apostólica Romana] el tema de la sexualidad aunque no ha sido un tabú sí es algo preferiblemente omitido o ligado, en sintonía y exclusividad a un pacto de amor específico, a la intimidad matrimonial.

Últimamente, con la secularización [así se le llama] de la sociedad el hambre por experimentar el gozo sexual se ha querido abrir extendiéndose no solo al matrimonio sino fuera de éste, antes del mismo o sin necesidad de una promesa ante el altar.

La masturbación, por su parte, para el Catecismo de la ICAR, es una ofensa, grave, a la castidad y que a su vez atenta contra el sexto mandamiento de la Iglesia romana [«No cometerás adulterio» cfr. Ex 20, 14; Dt 5, 17].

El mencionado Catecismo [en su punto 2352] define a la práctica de autoestimulación como:

[...] "la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo. [...] la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante y con el sentido moral de los fieles, han afirmado[...] que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado”.

Claramente el fiel católico debería evitar la práctica ya que aunque es un acto común lo ideal como feligrés de dicha institución es no caer en el ya que es contraria a la naturaleza, es un acto egoísta y, claro, una violación al sexto mandamiento de La Ley de Dios.

A principios del siglo dieciocho se decía incluso que el gesto la masturbación era un mal moral que causaba males físicos además de la condena del alma y de enfermedades como el acné, la calvicie, problemas respirarios entre un largo y terrible etcétera.

Como al masturbarse en el caso de los hombres el resultado resulta muy evidente se dijo incluso que el gesto impedía que la especie humana continuara así como, para las mujeres, realizar la autoexploración las podía alejarse de los hombres como resultado de darse así mismas placer.

Dentro de las curiosidades que tiene la web, el Foro Cristiano -de iglesia punto net; sitio web cristiano- tiene en sus archivos diez prácticos consejos, aplicables a todo aquél que cree en el dios de la Biblia católica-cristiana, para evitar caer en la masturbación:

Pedir al Señor perdón por el pecado de lujuria, con todo el corazón, deseando un cambio en tu vida.
Perdonarse a sí mismo (ya que cuando uno cae en la masturbación se experimenta un sentimiento de culpabilidad y suciedad) pero recordando que se ha dado el primer paso y que Jesús ya te perdonó; rechazar toda condenación que venga a la mente.
Evitar estar solo y comenzar a desarrollar actividades que distraigan la mente, por ejemplo: música, lectura, etc.; esto ayudará a estar pasivo.
Mantener una disciplina de oración y lectura de La Palabra de Dios, eso fortalece el espíritu para cuando venga la tentación.
Evitar ver en televisión o en las películas contenido sexual/erótico demasiado explícito.
Asistir regularmente a misa y frecuentar la Eucaristía -previo experimentar el sacramento de la reconciliación-; si es posible, lo ideal es involucrarse en actividades pastorales.
Romper y/o quemar todo tipo de material con contenido sexual/erótico que se tenga almacenado para evitar caer más fácilmente en el pecado.
Evitar navegar por largas horas en Internet ya que cuando menos se espere puede uno toparse con archivos o websites pornográficos.
Si se tienen amigos que practican la masturbación es preferible no frecuentarlos y si estas solo con ellos es mejor evitar temas o mantener charlas en doble sentido.
Si prometes no masturbarte y vuelves a caer… no te sientas derrotado y vuelve a comenzar; Dios te espera gozoso en el confesionario para retomar las fuerzas necesarias.

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La imagen que encabeza el post la obtuve en Jornada Diaria y los consejos se pueden leer directamente en la entrada publicada por enriquedjj en el Foro Cristiano. La sección del Catecismo de la Iglesia Católica referente a las ofensas a la castidad [2351 - 2356] se pueden consultar en el sitio web del Vaticano.