Opinión cristiana sobre el Ecce Mono.
En agosto de dos mil doce [la primicia salió en un diario local de Aragón, España, el día siete] una noticia impactó las redes sociales mundiales: una pequeña pintura mural de modesto valor académico y artístico del pintor Elías García Martínez era presentada después de una restauración por una aficionada a la pintura.
La restauración, lejos de serlo, se convirtió en un intento fallido ya que el rostro del protagonista quedó desfigurado a tal grado de parecer un simio.
Rápidamente se convirtió en un boom social alcanzando a ser difundido tanto en medios locales españoles como internacionales así como lograr ser el tema más comentado en Twitter durante gran parte del día.
Muchos han hablado al respecto, tanto a favor como en contra, pero lo que sí es cierto es que lo que hizo la señora Cecilia Giménez pasó a ser un icono o suceso, para algunos de la cultura pop y para otros de lo tontos -según esos otros- para apreciar y valorar el buen arte.
Hablemos un poco del nombre y del lienzo mismo.
Ecce Homo [título original del mural] es un término -en latín- que le dio la Vulgata [primera biblia oficial cristiana con los libros actuales] a un pasaje del Evangelio según san Juan [capítulo 19, verso 5] a las palabras de Pilato posterior a lavarse las manos: ¡He aquí al hombre!.
La pintura [original] busca emular la actitud de Jesús de Nazareth al pronunciar sus famosas palabras de: Dios mío, dios mío, ¿por qué me has abandonado?.
El óleo no es netamente original ya que está inspirado en el Ecce Homo de Guido Reni [italiano que vivió en el siglo XVII].
Ante el impacto por la restauración [¿?] en el mundo del Internet se le empezó a conocer a la pintura como Ecce Mono [He aquí el mono] por el evidente parecido con un simio y ha sido víctima, de alguna manera, de diferentes parodias y burlas por gran parte de la comunidad virtual.
Ante esto quisiera rescatar una imagen que, haciendo uso de la historia de la restauración infame, volteó las cosas de tal manera que convirtió el fenómeno mediático en una oportunidad de promover la fe cristiana.
Lo que rescato como curioso es como un hecho puede tener para diferentes sectores de la población [creyentes, escépticos, ateos, neutros] tanta diversidad para manejarlo.
En este particular grupo de jóvenes pentecostales mexicanos admiro y valoro el hecho de que lejos de sentirse ofendidos o agredidos ante el intento de restauración adaptaron la situación de una manera, para ellos, positiva.
Por otro lado, en el bLog de miguE también les mostramos la otra cara del Ecce Mono: la humorística.
Imagen restauración y algunas parodias | Art-Eater
Imagen otra parodia | Dosis Diarias
Vídeo | YouTube
Imagen Ecce Mono cristiano | Facebook
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