Los ateos son más caritativos.
Cuando se habla sobre el rezo suelen presentarse situaciones complicadas. Si lo criticas el creyente por lo regular se siente ofendido. Como analista religioso veo el gesto desde dos perspectivas; bajo tintes espirituales el rezo es un hecho válido ya que el fiel tiene la necesidad -y obligación- de relacionarse con su dios.
Entrando en planos seculares la oración -el gesto- por lo regular es mal visto cuando se limita solo a ello privando al creyente de brindar apoyo a sus congéneres aunque, desde luego, cuando se ofende de dicha manera los religiosos -creyentes en algún dios- suelen decir que la persona que no cree en deidades no puede ser caritativo puesto que se necesita de dios para actuar con generosidad y empatía.
Ante esta disyuntiva los científicos -psicólogos, psiquiatras e incluso neurólogos y sociólogos- se han propuesto analizar la conducta humana con el fin de determinar si la creencia en alguna divinidad es un factor determinante a la hora de amar al prójimo como a uno mismo.
La Universidad de California [EU] ofrece en la Revista Social Phychological and Personality Sciencie en su edición de junio de dos mil doce un resultado contundente a un estudio realizado a cerca de mil quinientos norteamericanos que revela que las personas religiosas -creyentes, en su mayoría cristianos- se sienten menos motivados en cuanto a la compasión para ayudar a extraños contrarrestando con una marcada tendencia de los analizados, que se declaran ateos o agnósticos, quienes sí suelen ser dadivosos.
Dentro de lo impactante de la investigación resalto el hecho de que las personas religiosas que sí ayudaron a otros no estuvieron motivadas por factores emocionales sino más bien les impulsó o la doctrina de su religión [obediencia], la reputación de a quién iban a ayudar e incluso influyó notablemente si ése otro era alguien con quien de una u otra manera se sintieran identificados.
En la investigación a doscientos estudiantes universitarios un extraño -para ellos, formaba parte del equipo- les daba dinero teniendo la opción de retenerlo o donarlo. Aquellos que en un inicio se declararon más marcadamente religiosos fueron quienes o retuvieron el billete o dieron menos dinero que el otro grupo que se declaró no creyente.
La parte consiente del cerebro actúa marcadamente en los creyentes pues su pertenencia a dicho credo les hace intentar [de manera obligada] la caridad mientras que inconscientemente se comportan menos desprendidos además de que en ellos -creyentes- el amor al prójimo es, literalmente, eso.
Para actuar con benevolencia hacia otros el factor determinante es la cercanía con dicha persona o si el prospecto a ayudar es de alguna manera su igual [nivel sociológico-demográfico, cercanía familiar, mismo credo, mismo sexo, edad].
El estudio, llevarlo a cabo, le vino a la mente a la doctora Laura Saslow, estudiante pos-doctoral, cuando uno de sus amigos declarado agnóstico donó para la reconstrucción de Haití fruto de ver un vídeo acerca de la tragedia. Antes de que saquen conclusiones, en la investigación también se proyectaron vídeos de situaciones adversas obteniendo resultados positivos [en cuanto a caridad] con los no creyentes y negativos con los creyentes.
Forman parte de las conclusiones de que en la mayoría de los casos ni la empatía y mucho menos la compasión son factores determinantes para lograr una actitud altruista en los seres humanos además se destaca como factor negativo de caridad a las religiones ya que de cierta manera dividen entre un nosotros [el grupo de creyentes] y los otros [quienes o no creen o creen diferente] alterando con ello los gestos desinteresados.
Lo terrible, en lo personal, es que en la mayoría de los casos sea el temor u obediencia ciega [en el caso de los creyentes analizados] lo que haya influido para hacer el bien sin, entre comillas, mirar a quién.
En el estudio se habla de creyentes o fieles y no de las instituciones religiosas puesto que algunas de ellas si cuentan con algún tipo de ONG o ayudan a organizaciones con fines caritativos.
Imagen | Flickr
0 comentarios