La verdad sobre el velo musulmán.

Si hay algo que causa revuelo del mundo islámico es el uso por parte de las mujeres de un velo que, en los mejores de los casos, permite observarles el rostro; claro, hay un tipo de ellos que incluso dificulta mirarle los ojos. Acerca de su uso mucho se ha dicho y sobre todo en Europa es origen de tremendas discusiones y legislaciones como en Francia en donde está prohibido su uso en lugares públicos.

El asunto va más allá de lo que se puede leer entre líneas, es un asunto de fe y de hecho, en teoría, la mujer musulmana no es obligada a usarlo: lo adapta libremente. Claro, eso dice la teoría e incluso el Corán en su azora 18 (29) "Quien quiera creer que crea, y quien quiera negarse a creer que no crea" aunque como decimos en latinoamérica: "del dicho al hecho... hay mucho trecho". 

Existen varios tipo de velos, y como mencioné líneas arriba, hay desde los más restrictivos hasta los liberales. El más conocido de ellos es el Hiyab, y de hecho, el término se usa genéricamente para designar al velo islámico. Expliquemos un poco. 

La palabra tiene su origen en el árabe ḥiŷāb y significa esconder u ocultar de la vista. Su uso está documentado en El Noble Corán [nombre completo u oficial del libro sagrado islámico] que legisla al respecto:

¡Oh Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas y a las demás mujeres creyentes, que deben echarse por encima sus vestiduras externas cuando estén en público: esto ayudará a que sean reconocidas como decentes [o respetables] y no sean molestadas. [33:59].

Así pues, en la mentalidad oriental del musulmán, el adoptar dicha vestimenta es una expresión de recato, pudor, signo de castidad y puritanismo de costumbres. Además es una manera, pública, de manifestar y expresar su fe así como lo es el realizar las cinco oraciones diarias, abstenerse de consumir alcohol, carne de cerdo y carne de res no sacrificada bajo el rito islámico, entre otros deberes propios de la religión.

Usar la prenda es, para la musulmana, todo menos opresivo. Si lo deciden, las que pueden, lo hacen porque es un simbolismo de sumisión a su deidad además de decencia, modestia y recato. El Corán invita a los fieles a valorar a la mujer por su inteligencia y valores y no por su belleza; el velo precisamente hace eso: proteger a las musulmanas de miradas y pensamientos obscenos e invitar a la población a valorar a la mujer más allá de la imagen sexual que pueda llegar a generar.

La prenda tiene antecedentes preislámicos ya que era usada previo a Mahoma como signo de identificación entre mujeres libres y esclavas; las soberanas usaban un velo aludiendo al respeto en sociedad. De hecho, en la idiosincrasia oriental, usar prendas sobre la cabeza es signo de decencia o estatus social; las prostitutas judías, por ejemplo, tenían prohibido usar algún tipo de velo debido a su oficio.

El hombre musulmán tiene que usar, según el libro sagrado, un tipo de velo simbólico: no usar ropa insinuante ni llamativa además de que ésta sea humilde y no ostentosa también símbolo de respeto.

Como nota, dos cosas:

Si una mujer decide llevar el velo puesto, según la doctrina musulmana, es porque acepta el islam como religión y conoce sus derechos y obligaciones hacia su deidad, todo lo que ella piense o haga, lo hará basándose en estos preceptos aunque hay casos de abuso en donde, en países bajo régimen islámico opresor, son obligadas a emplearlo.