¿Qué se siente tener hambre?
Soy medio sensible y cuando vi este reportaje me quedé sin palabras. Mucho suelo leer o escuchar en las noticias acerca de la, tristemente famosa, hambruna que viven los africanos; de hecho es una de las cosas que se suelen recriminar a los gobiernos, millonarios y líderes religiosos.
Algo en particular bueno de este corto es la reflexión a la que llega su presentador. Es creyente, supongo cristiano, y hace una crítica muy buena hacia la religión organizada, aquella que muchas veces suele moverse como lo hace el planeta: a base de dinero y poder.
Se supone que una persona con fe, en cualquier dios, predica ante todo el amor. Bien lo diría el papa [san] Gregorio I a finales del siglo VI: los jefes de la iglesia [católica, aunque creo se puede y debe aplicar a cualquier persona religiosa] no son [no debieran ser sería el término adecuado] como los reyes de las naciones, que reclaman grandes honores y fomentan los celos de los orgullosos. Lo que dice el Evangelio es que ellos son, más que ningún otro obispo, el servidor de los cristianos [todos los hombres quedaría mejor].
Hay más religiones que niños felices... reza una canción muy popular de Ricardo Arjona [a saber: Jesús es verbo y no sustantivo] y aunque a muchos creyentes les duela es verdad pero como todo no podemos ni se debe de juzgar a unos pocos por mayoría. Existen muchas personas que, por amor al dios en el que creen, hacen el bien, contrarrestando los que dicen amarlo hasta el extremo y estar, literalmente, dañando a su prójimo.
El bien está en manos de todos: de quienes creen en uno o varios seres supremos, en quienes dudan de dichos seres y en los que definitivamente aseguran que no existe ningún dios en el Universo. En todos los casos, la raza humana, creyentes y no creyentes, somos una misma cosa: una misma especie, y por tal, tendremos o tendríamos que buscar el bien de todos y si para eso necesitamos que la riqueza no se centre en un solo punto, lo ideal, lo utópico, sería que hicieramos caso de ese sentido común pero, como todo lo utópico en el mundo, eso no es más que mera fantasía.
Ojalá después de ver el vídeo busquemos solucionar como mínimo los problemas que tienen los de nuestro alrededor más cercano ya que los grandes cambios inician con acciones pequeñas.
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