La opinión del Vaticano sobre Harry Potter.
El pasado 15 de julio [de dos mil once] se estrenó la última película de la saga Harry Potter, fenómeno mercadológico por excelencia de este inicio de siglo. Desde el origen de la trama [con la publicación del primer libro en 1997] hasta su octava película los nombres de la autora y del protagonista literario han sido víctimas de múltiples reconocimientos, críticas, ataques y rechazos.
El Vaticano o en específico algunos de los miembros jerárquicos de la organización católica han opinado al respecto. Una de las opiniones más sólidamente recordadas entre los fanáticos son las palabras de Joseph Ratzinger cuando todavía era cardenal en Alemania [sus palabras datan de 2003]:
"Harry Potter es una seducción subliminal que actúa inconscientemente distorsionando la cristiandad del alma"
Por su parte el miércoles 13 de julio [de 2011] el diario oficial del Vaticano publicó una nota acerca de la última película del mago; algunos websites dedicados a Harry Potter declaraban gustosos que el Vaticano había aprobado finalmente al joven mago pero debemos dejar en claro que por más oficial que sea el diario no representa en ningún sentido la postura oficial de la Iglesia romana.
Acá un poco de lo que publica el perdiodista Gaetano Vallini en su columna del L'Osservatore Romano:
Sobre el final menciona que éste es épico y digno de una saga con el éxito planetario de Harry Potter. El choque definitivo entre las fuerzas del bien y el mal -la pelea final- es a muerte y con una atmósfera -literalmente- demasiado dark.
En su artículo critica que el séptimo libro haya sido dividido en dos para su adaptación cinematográfica; menciona además que por más que lo intentaron ninguna de las dos películas está a la altura del guión literario, se quedan, para el analista, cortas.
Se menciona que la muerte es un protagonista sobre todo en las dos últimas películas y por esto no es recomendable -o grata- para ser vista por todos; le brinda, pues, una clasificación especial.
Se halaga la trama: el mal nunca es fascinante ni en el ajuste de cuentas; la escritora siempre buscó -menciona Villani- alabar el bien sobre el mal. En la película, menciona el columnista, se resaltan y confirman los valores de amistad y del sacrificio -de estilo mesiánico cabe resaltar-.
Los personajes crecieron; en los primeros libros vimos a tres co-protagónicos alegres y despreocupados en su infancia, de adultos se enfrentan, firme y valientemente, a la compleja realidad.
Algo que llamó particularmente la atención fue -no se tradujo en castellano- la manera en que cerró el artículo quien muchos interpretaron iba con dedicatoria al pontífice alemán: La conclusión de la saga será una especie de liberación para aquellos a los que nunca les gustó la saga.
Referencias | L´ Osservatore Romano | Opinión J. Ratzinger
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