Piensa. Cuestiona. ¡Sé libre!
A veces se inicia un proyecto pensando y teniendo en claro un objetivo primordial aunque al pasar el tiempo descubres, con tristeza, que esa meta está muy lejos de ser alcanzada, de hecho, comprendes que el destino al que planteabas llegar no era más que una ilusión, una mera fantasía.
Lo peor es que te enfrentas a una paradoja: ¿continuar o no?. Es difícil decidirlo ya que hay algo de ti que si bien está consciente de que eso le conduce a nada, o al menos no le lleva al destino original, te impulsa a seguir; por contraparte aparece en la mente las ganas de tirar todo al cesto de la basura y cambiar totalmente... renovarse, plantear otro camino, otro medio y sobre todo: una meta que sí sea alcanzable.
La vida está llena de sueños, es verdad, pero cuando dormimos hay un momento en el que debemos y sobre todo tenemos que despertar. Para un ser humano no es natural dormir todo el tiempo, habrá un momento en el que tenga que ir al baño, comer; solo por poner un ejemplo. Así pues la vida -en nuestra existencia en éste pequeño punto azul del Universo- no puede estar llena de fantasías, de ilusiones, debe de haber un momento en el que el hombre -hablando en términos de especie no de género- decida aterrizar en la "verdadera realidad".
¿Pero qué es despertar?, ¿Cuál es esa fantasía en la que muchos vivimos?. Estas preguntas tienen varias respuestas. Por una parte, como mencionaba en un inicio, no siempre las cosas nos salen como quisiéramos y existe un momento en el que nos tenemos que rendir, tenemos que aceptar que perdimos el control y que, apáticamente, el objetivo no se cumplió. Duele verlo pero es sano reconocer, con humildad, que no somos perfectos, que fallamos y sobre todo que algo nos salió mal; quizá por una mala planificación o tal vez porque era un mero espejismo, una utopía.
Comentaba que las preguntas del párrafo anterior se pueden resolver de muchas maneras. Ya vimos una. Otra de ellas va encaminado a algo más profundo, a un suceso interior; el destino -o una deidad- nos ubica en un momento determinado de la historia y en un lugar específico plagado de un contexto social fuertemente marcado o al menos, cimentado a lo largo de experiencias dentro de dicha comunidad.
Esta existencia que todos vivimos al momento de nacer es algo especial. Por ejemplo, en una ocasión leía -en un libro de historia de las religiones- una pregunta muy interesante: ¿Qué hubiera pasado si tu nacimiento hubiera sido en la India, o en Arabia, o en Jerusalén -por nombrar cierta ciudad y países- creerías en el dios en el que crees? Lo más probable es que no, si hubiese nacido en la India sería hindú, si hubiese aterrizado la cigüeña conmigo en un país musulmán seguiría las enseñanzas de Mahoma...; creo que me doy a entender.
Se dice dentro del estudio antropológico e histórico de las religiones que el ser humano tiende hacia lo religioso, es una parte de la naturaleza nos señalan. El motivo principal de esto es, sin duda, que la especie humana siempre está ávida de respuestas, siempre -al menos algunos- analizan lo que existe alrededor pero no se quedan con eso: inventan historias que las expliquen o investigan.
Hay otros que no hacen eso. Creen en lo que otros les dicen ya que es más cómodo hacerlo; el investigar e indagar les da pereza, prefieren dejárselo a otros y ellos simplemente aceptar lo que les dicen. Algunos que investigan -ya cuando existen cosas establecidas que son tomadas como dogmas o una creencia aceptada por la mayoría de la población- lo hacen mal, se limitan a profundizar en los estudios que se han hecho sobre un punto o situación específica pero únicamente del lado en el que se dice creer. Me explico: si un pueblo cree que el sol es un dios por diversos estudios que casi nadie lee, este tipo de investigador los leerá llegando a la conclusión, claro, que el sol es un dios pero fundamentado desde una sola perspectiva.
Espero me dé a entender, o al menos eso pretendo.
Tenemos que despertar de nuestro letargo e investigar en lo que creemos -es cierto que fe es algo que se acepta sin comprobarse- pero sin duda el concepto estrictamente desde dicha definición es errado, o al menos eso pienso. Lo más importante es buscar diferentes perspectivas, tanto las que apoyan como las que lo rechazan, las que cuestionan y las que narran las cosas dentro de un contexto histórico o neutro. Si leemos solo lo documentos que la sociedad a la perteneces inventó -creó o formuló- obvio seguirás en lo mismo solo que fundamentado en diversos estudios enfocados bajo una sola visión. El vencedor siempre cuenta lo que quiere -un dicho muy cierto- pero tenemos que leer la versión del vencido así como el que vio la batalla para así concluir en algo bajo nuestro propio raciocinio.
Por otra parte leí en un blog, no recuerdo cual, una frase célebre -no formulada por el creador del blog sino tomada del filósofo español Ortega y Gasset-: "Cuando enseñes algo enseña también a dudar de lo que enseñas"; pensemos un momento.... Es una curiosa e interesante frase pero sobre todo: cierta. Ya no podemos -pasó esa época- existir de acuerdo a aceptar las cosas ciegamente, sin ponerlo si quiera en tela de juicio porque podemos encontrarnos con una barrera: o aceptas o te sacamos de nuestra comunidad o sociedad.
Y es que el hombre siempre ha vivido a conveniencia. De hecho podemos argumentar que una inmensa mayoría no pensamos, nos decimos que sí, pero no. ¿Por qué lo digo? Porque mucho de nuestro filosofar o nuestra manera de ser está influenciada por lo que nos han dicho que es moral y correcto, por lo que desde niños nos inculcan dependiendo de las creencias o no creencias de los padres. No voy argumentar que es incorrecto que se les eduque a los infantes bajo la religión -o filosofar- de los padres; es correcto pues quién mejor que ellos para comenzar a recorrer la vida por uno solo: nacemos necesitando ayuda pero como dicen de los maestros: ellos te abren la puerta uno tiene que entrar o no y en estos casos prender la luz de la verdad como consecuencia de un estudio sobre ese sitio en particular.
Lo que es aberrante es que en un punto de nuestra vida, en la juventud más o menos, sigamos creyendo lo que se nos dijo o simplemente lo pasemos de largo sin importarnos. Eso es apático y deprimente. En ese momento el chico o chica necesita cuestionarse: ¿es verdad -por ejemplo- que el dios en el que creo creó el mundo en seis días humanos? La respuesta la omito porque yo he llegado a ella, no solo leyendo la Biblia ni mucho menos atiborrándome de libros de teología católica y cristiana; he investigado más allá, conozco el pensamiento ateo y científico: obtengo una conclusión como resultado de mi raciocinio, ignorando totalmente lo que me enseñaron y siendo neutro al momento de investigar para obtener mi verdad; y es que nadie tiene la verdad absoluta -ni ninguna religión, filósofo o gobierno- todas las posturas y verdades son válidas ya que todo depende del cristal con que se mira.
Así que. ¿Creemos solo en lo que nos ha enseñado nuestro entorno?. Muchas personas, yo era de ellas, tienen miedo. Ese pavor está, según, en dos cosas: preferir quedarse con lo que saben o simplemente no se quieren arriesgar a destruir, en casi todos los casos, el castillo en los que nos metieron de mentiras y falsedades pero acaso ¿eso, la ignorancia, es lo mejor? Evadir la verdad por falta de valor a descubrirla es tonto al menos creo; ya que siempre he dicho: más vale una verdad que duela a una mentira que solo ilusione.
De esta manera podemos concluir dos cosas: tu pensamiento y opiniones están basadas en los que otros te han dicho que es verdad y lo que has aprendido a lo largo de tu infancia sin debatir o cuestionarlo, y si lo hiciste, solo te dieron una versión de los hechos. Lo otro, por ejemplo traído a la religión, ¿eres capás de comprobar la existencia de un dios, de tú dios, en base a algo que no solo sean las fuentes y estudios de dicha religión? ¿qué te hace creer en él o rechazarlo? ¿Tu propio raciocinio? Quizá creas, por lo que comentaba líneas arriba, por el contexto en el que te vistes envuelto pero no por un descubrimiento propio y tal vez puedas argumentar: tuve un encuentro, una llamada, vi esto o aquello... ¡qué sé yo! Todos las personas con una religiosidad argumentan exactamente lo mismo pero ¿cómo justifican desde otras fuentes su creencia? sino que es más que un producto de la información dada por la institución religiosa a la que pertenecen o lo que les han enseñado a lo largo de los años enseñándote a no cuestionarlo, a creer ciegamente.
Yo, cuando decidí dar ese paso, me aterré. Descubrí cosas que se contrariaban entre sí, me cuestionaba más y viví unos momentos de crisis existencial ya que la mayoría de las cosas que había tomado como ciertas años atrás cambiaban radicalmente, no eran verdad. Pero hoy puedo decir que tengo la certeza-confianza-fe que en lo que creo es base de un filosofar personal, que me ha costado mi trabajo descubrirlo y lo he aceptado porque he sopesado diferentes puntos de vista no solo lo que confirmara ciegamente dichas creencias y verdades por más supuestamente razonadas; todavía me falta mucho por conocer y sobre todo derribar las mentiras que inconscientemente sigo creyendo pero como dicen por ahí: cuando uno aprende algo como consecuencia de su propio andar, lo valora más, y está convencido de ello porque es fruto de su propia indagación.
A continuación les dejo un vídeo que conocí por un blog -Cálamo Currente- que hace tiempo sigo ya que su autor además de ser estudiante de antropología redacta artículos muy buenos desde su personal punto de vista. A claro que del minuto 4:42 en adelante no estoy cien por ciento de acuerdo; y es que esta forma de expresión visual menciona un aspecto de la religión en el que no coincido pero bueno, todo lo demás no es más que un simple reforzamiento e invitación a despertar, a dejar de soñar y de creer sin cuestionar, sin atreverse a rebelarse contra nuestros principio forjados y descubrir los propios.
¡Deja de ser un títere manipulado y manejado por tu entorno, corta las cuerdas que te han atado desde que naciste y descubre tus verdaderas verdades!.
Sé lo que seas pero como resultado de ti mismo, cree en lo que tú descubras no solo en lo que más le conviene a otros o a ti mismo pues te da flojera investigar, cuestionarlo y formar bajo tu propio y libre pensar, de una manera neutra y no influenciado por nada ni nadie más que de tu propio andar, tu identidad pensante.
Si por alguna razón no puedes visualizar el vídeo desde este blog
basta con dar un clic al enlace directo de alojamiento: http://www.youtube.com/watch?v=qrnPzbrKYoQ .
Vídeo en HTML5:
Imagen | Striatic
Vídeo original | Youtube
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