Los fieles: ¿muñequitos controlados?
Cuando vi la imagen que acompaña a esta entrada lo primero que pensé fue hacer una de las ya populares protestas que suelo subir al bLog en donde expreso mi coraje ante humor ateo o burlas que se suelen hacer los no creyentes o miembros de las diferentes religiones a la iglesia católica o a cualquier denominación religiosa pero después de meditarla –y reírme- recordé una columna del cardenal de la Arquidiócesis de Guadalajara, México –lugar donde vivo- y decidí relacionarlas de tal manera que se viera, aunque a muchos les pese, la verdad de este gráfico.
ATENCIÓN, FANÁTICOS RELIGIOSOS,
ABSTENERSE DE LEER ESTA REFLEXIÓN YA QUE PUEDE ATENTAR
CONTRA LA FORMA EN QUE VEN A SU RELIGIÓN.
ABSTENERSE DE LEER ESTA REFLEXIÓN YA QUE PUEDE ATENTAR
CONTRA LA FORMA EN QUE VEN A SU RELIGIÓN.
El cardenal publicó el pasado 14 de febrero [2010] en su columna La Palabra del Pastor del Semanario, periódico semanal del arzobispado donde vivo, una reflexión con título ¿Igualdad de derechos? en donde expone su opinión acerca de una iniciativa de ley que se propuso en el Congreso –y que a la fecha [4/02/2010] no sé en qué ha quedado- que sugiere, a resumidas cuentas, que la ley sancione a los Ministros de culto religioso que de cualquier manera expresen públicamente su opinión o critiquen al Gobierno.
En su columna expone los puntos por los cuáles no está de acuerdo con que se apruebe la reforma de ley e incluso manifiesta su molestia ante el hecho de la presentación de la iniciativa. Juan Sandoval Íñiguez, nombre del pastor de Guadalajara, manifiesta que la iglesia se opone o critica asuntos ajenos de carácter político y que se inmiscuyen –los ministros católicos- en temas de índole moral en contra a las recientes posturas del Congreso en atentar contra la Ley Natural y que dichos asuntos atañen a personas honradas y de recta conciencia.
En el mismo artículo manifiesta su oposición debido a que él, como mexicano, ve que la idea de limitar su libertad de expresión –derecho garantizado en nuestra constitución- va en contra de los derechos de todo mexicano y que ve en la iniciativa un retroceso hacia la igualdad que deberíamos tener todos y cada uno de los mexicanos.
¿Ahora bien, qué relación tiene la imagen –algo ofensiva, cierto- con la columna del cardenal Juan? Bueno, yo en cierta medida veo correcta la iniciativa de ley en la que está en contra el pastor de la iglesia católica en mi ciudad, y aquí va el motivo:
Si bien es cierto que todos los mexicanos –e incluso cualquier persona- por derecho deberíamos poder manifestar libremente nuestras ideas, oposiciones, críticas y demás siempre y cuando éstas no violen los derechos de terceras personas, al ser Ministros de culto –hablando de cualquier credo- esto sí debe cambiar. ¿Por qué? porque lamentable o afortunadamente un sacerdote, pastor, rabino […] al ser una persona cercana a Dios tiene cierto poder moral sobre los fieles y aunque él manifieste una idea personal los creyentes fanáticos se pueden tomar dicha opinión como opinión divina y acatarla o defenderla sólo porque el sacerdote lo dijo y no por una cavilación previa resultado de la individualidad de cada ser humano.
Es por eso que la imagen del post tiene mucho de verdad. Los fieles de una iglesia por tradición o creyentes fanáticos realmente se llegan a convertir en muñequitos controlados a veces voluntaria o involuntariamente por los pastores de sus iglesias. La religión es una medida de control, es cierto, las leyes morales que se depositan en cada denominación de fe ayudan a buscar mantener una vida ordenada y con una moralidad utópica que tristemente no pasa a ser más de eso [un sueño] pero al fin y al cabo es algo que se persigue.
Los pastores de dichas iglesias a veces suelen manipular sutilmente a sus fieles o a veces lo hacen de manera inconsciente al no percatarse del poder implícito que conlleva portar un hábito o una sotana pero de una u otra manera el control existe. Es ese el motivo por el que siento que la iniciativa de ley impulsada y en la que está en contra Juan Sandoval es más que acertada, lo que busca prevenir es que las opiniones personales –y que muchas veces [aunque en algunas sí] no tienen como fin el poner a la gente en contra del Gobierno- se vuelvan bandera de los creyentes sólo porque su Ministro de culto lo dijo sino que lo que los ciudadanos defiendan sea resultado de un pensar propio.
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